Por: Comité Olímpico Colombiano
Esas fueron las palabras pronunciadas por el Presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, durante la ceremonia de entrega de la bandera nacional, a la delegación colombiana que participa actualmente en los Juegos Suramericanos Asunción 2022.
Delegación nacional que nos representa desde el pasado 1o de octubre, en los Juegos Suramericanos, en Asunción, Paraguay, durante la entrega de la bandera nacional, por parte del presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, en acto celebrado el 27 de septiembre pasado.
“Bienvenidos a este palacio frío, y que tengan una buena partida, a Paraguay; ojalá traigan ustedes ese título de campeones suramericanos, como antesala de los Juegos Olímpicos del mundo, en París 2024.
“Es una manera de hacer que Colombia brille, que Colombia sea distinguida, que Colombia sea reconocida; pero no es solamente eso. En cada justa deportiva, al final, lo que hay es un proceso, un proceso que termina allí para continuar de nuevo. Un proceso del cual nosotros aquí no hacemos parte, vinimos es hacer un acto simbólico, por el cual ustedes van a esos Juegos.
“Su preparación, la manera como se ha organizado deportivamente el país, el resultado que tiene, pues, es el producto de todos estos años que han pasado.
“Nosotros iniciamos hasta ahora una nueva fase, y sí sería bueno hablar de esa nueva fase que tiene que ver con una experiencia en la Alcaldía de Bogotá, de la cual también hizo parte María Isabel (Urrutia, Ministra del Deporte) que tiene que ver con una intención central, y es que, el centro de la actividad física es un derecho, de acuerdo con la Constitución, de toda la población; que es un determinante de la salud pública hacer actividad física para toda la población en todos los rincones de Colombia, por lo cual se inicia este tipo de proceso, pero en lo cual también tenemos muchas falencias.
“¿Cuánta gente en Colombia hace actividad física, de cualquier edad, de cualquier género, de cualquier región? Este es un primer indicador fundamental por el cual comenzar. Si los indicadores son malos, si nuestra actividad física como sociedad es pequeña, quizá solo circunscripta a la cotidianidad al coger un bus, al caminar una calle, al ir hasta el colegio, a veces muchos niños y niñas en largas distancias, pero se circunscribe a la vida cotidiana, indudablemente tendrá que ser pequeña y no será un determinante de la salud pública.
“Experiencias en Colombia hay: las ciclovías, el espacio que se le quita al carro, para que la población pueda hacer, en general, algún tipo de actividad física; es un hito indudable en esta ciudad, pero no en todas, hay que extenderlo en todo el país. Ese es un primer requisito, quizás invisible, no tiene que ver con medallas, no tiene que ver con uniformes, no tiene que ver con ser el primero o ser la primera. Pero es fundamental, porque sin ella no hay salud, y en esa medida, la Constitución de Colombia tuvo un gran acierto, al colocar el tema de la actividad física como un derecho colectivo.
“Segundo, de la actividad física tenemos que pasar en cuanto a la niñez, en cuanto a la juventud, al colegio, a la escuela; en mi opinión, y este es un cambio que propongo, el centro de la actualidad deportiva, la construcción de la escuela deportiva, la construcción de talentos, hombres y mujeres, debe darse fundamentalmente en el colegio, en la escuela, en el sistema educativo. Lo probamos ya con éxito aquí en esta ciudad; no duró mucho la experiencia, pero mientras duró fue eficaz, y esto significa una sinergia, una juntura que genera más, esa es la palabra sinergia, entre la institución del Ministerio de Educación y la institución del Ministerio del Deporte, recién creado.
“La sinergia significa juntar presupuestos, por ejemplo, uno importante, el del Ministerio de Educación, que va hacia el colegio; otro menos importante y que hay que volver más importante, el del Ministerio del Deporte, que debe ir al colegio también, no solamente dinero sino infraestructuras.
“No hace mucho fuimos a Quibdó; allí el alcalde nos mostró a las afueras de la ciudad una gran instalación deportiva que se llama ‘Sacúdete’, si mal no me equivoco, un enorme playón de cemento inmenso, con su techo respectivo, una edificación para hacer deporte competitivo, pero solo, no había nadie allí, la pista de correr estaba ya siendo carcomida por la selva. La forma como se organizó esa infraestructura fue tal que el municipio de Quibdó una vez la recibió, no tenía como sostenerla, no tenía los recursos.
Y estando tan alejada del centro de la ciudad, en las afueras, pues tampoco había forma, ni siquiera había transporte público para llegar a ella. Había que llegar en una moto, o en un carro particular, o por allá pidiendo un viaje al camión que pasara por ahí, lo cual nos muestra la falta de sintonía entre el sistema educativo y el sistema deportivo de Colombia, porque si allá hubieran hecho sinergia, aún sin cambiar el sitio, ese sitio todos los días estaría lleno de niños, niñas, jóvenes, haciendo deporte, entrenándose en una ciudad como Quibdó, indudablemente con grandes talentos deportivos que se forjan allí, y con, por lo menos, una infraestructura de dignidad a su servicio.
“De eso que vimos en Quibdó, que mal funciona, tenemos que entonces sacar las lecciones en todo el país, priorizando la región Pacífica, la Región Caribe y algunas otras regiones de Colombia, para comenzar un proceso de sinergia entre el sistema educativo y el sistema deportivo, de tal manera que la escuela sea la gran cuna del deporte en Colombia; eso no es así hoy en Colombia.
“En Colombia quitaron la educación física de materia obligatoria en los colegios, al reducir el tiempo de estudio a cinco horas, cuando antes era de ocho. En un cambio que hicieron, lo primero que quitaron fue cultura, historia y deporte, es decir, le quitaron a la niñez y a la juventud el derecho de hacer educación física, el derecho de contemplar y conocer la cultura del mundo y el derecho de conocer su propia historia, la de su región, la de su ciudad, la de su país, la del mundo; el que no conoce la historia, pues puede exactamente repetir los profundos y catastróficos errores que la historia ha producido antaño, desde episodios como la esclavitud o como el fascismo en el mundo.
“Entonces, esta reforma que liderará la Ministra tiene que comenzar ya, y tenemos que mostrar los resultados, al final. ¿Cuáles serán esos resultados? Que si la población hace más educación física en toda Colombia hay más salud; que si el colegio y la escuela se convierten en el centro de la construcción deportiva, allí aparecen los talentos y las talentos, que será entonces necesario tener colegios especializados en talentos deportivos, que por sus horarios permitan siempre que el deportista pueda también recibir la educación académica.
“Esto es fundamental, porque aquí, por ejemplo, descubrimos que una vez llega el momento de la gloria deportiva, una medalla adorna el pecho, y pasa el tiempo, y ya no se puede tener la misma capacidad física, porque esa es la vida.
“Entonces, la gloria queda arrinconada por allí, o en las drogas, o en la pobreza, o en la desilusión, o en la tristeza; muy pocas logran superar la etapa de la juventud gloriosa, y la sociedad ya no se acuerda de ellos, ni de ellas.
“Entonces tienen ustedes casos típicos de abandono, de personas que fueron glorias del deporte, y eso no puede suceder, si queremos realmente un sistema deportivo, que incluye avances de la competición hacia el profesionalismo, que en algunos casos se dará en ustedes.
“Será decisión libre del deporte competitivo olímpico, hacia el deporte profesional del cual se vive, y ya no es solamente una competición, sino un modo de vida. Esos modos de vida tienen unos tiempos que no coinciden con el ciclo vital, para que la vida sea intensa y bien vivida, y sea digna para un deportista que ha sido altamente competitivo; tiene que haber una articulación desde el inicio, entre la preparación deportiva y la academia, un saber hacer algo más allá de la competencia pura, que terminará finalmente, que tendrá su final. Ese final debe ser y debe continuar con la vida del deportista.
“Y en esa medida el que podamos tener profesores de educación física, profesoras de educación física, en todo el sistema educativo, extraídos de quienes fueron glorias del deporte, de quienes lo practicaron con relativo éxito, hombres y mujeres, da una doble opción: el de una niñez que empieza a admirar el deporte a partir de un profesor o una profesora gloria del deporte antiguo, y, por otro lado, un profesor y una profesora que después de haber sido gloria o deportista competitivo, con relativo éxito, sigue su vida enseñando, hasta escalar en su vida, ya como educador, como educadora, en los puestos que se merezca, de acuerdo con sus especializaciones, con sus propios estudios.
“Esto lo que yo llamo una sinergia entre educación y deporte, en la vida misma del deportista, en la vida misma de la escuela, en la vida misma del deporte competitivo, y en la vida misma de la actividad física, como un derecho general para toda la población colombiana.
“Este tipo de sistemas ya existió en el mundo. Es el de los Estados Unidos, hoy; fue el de la Unión Soviética, antes; fue el de Cuba, el de todos países que llegaron a tener grandes puestos destacados en los deportes olímpicos, en su momento, cuando existieron o cuando existe.
“Este tipo de sistema deportivo, quizás abandona algunos tradiciones que hemos tenido en Colombia, un deporte privatizado, a través de las ligas, una privatización de infraestructuras deportivas hechas con dinero público, que se cierran al conjunto de la población y solo sirven al que, por alguna razón, tiene las llaves para abrir el estadio y la infraestructura deportiva.
“Eso no debe ser. Toda infraestructura deportiva en Colombia tiene que estar abierta al pueblo; los sábados y domingos, y si se pertenece a la escuela, a la niñez y a la juventud, en los periodos de estudio.
“No podemos tener privatizaciones de la infraestructura educativa, al menos que lo hagan exclusivamente empresas privadas para sí mismas, o para algún tipo de servicio, pero mientras haya recurso público en la inversión, toda infraestructura tiene que estar abierta, y en esto, Ministra, hay que empezar a tomar las medidas, como dice la Constitución.
“Alguna vez lo mencioné en la campaña y desató un escándalo, pero es lo que dice la Constitución: “toda organización deportiva debe tener un fundamento democrático”, es decir, toda organización deportiva debe pertenecerle a la sociedad que la quiere y a sus deportistas, no una vida de los deportistas a un lado y una vida de la organización deportiva al otro, algunas haciendo dinero, sino que el deportista, la deportista y la población que está alrededor de ese tipo de deporte, de organización deportiva, debe ser copropietaria de la organización deportiva. Eso dice la Constitución. Nunca se ha aplicado, y yo creo que deberíamos avanzar en su aplicación.
“Esto tiene que ver con temas difíciles, complejos, conflictivos en algunos casos, pero si lo ordena la Constitución ¿por qué no lo cumplimos?, ¿Por qué la organización deportiva no pertenece a las decisiones del deportista o de la sociedad, que quiere hacer de ese deporte, incluso una forma de su propia vida? Los invito a explorar ese tema.
“Quería aquí expresar algunas ideas sobre las reformas que nos proponemos, por la experiencia que hemos tenido, pero, indudablemente este acto es para ustedes, los 500 deportistas, casi que la mitad hombres y mujeres, lo cual es un enorme avance, que van a los Juegos Suramericanos. Es una expresión de la diversidad nacional, de la diversidad colombiana, de sus orígenes étnicos, regionales, de la realidad de que los géneros deben ser iguales en una sociedad democrática. Ustedes, jóvenes, representan eso, representan un esfuerzo indudable en el cual nosotros no hemos estado, han estado ustedes.
“Aquí les damos el punto de partida simbólico, pero es un esfuerzo de ustedes, de sus entrenadores, también del conjunto de personas que a cada cual lo han llevado a participar en los Juegos Suramericanos y, quizás, ojalá más allá, en los Juegos (Olímpicos) de París. Espero que todos vayan a París.
“La delegación que vaya a París, esa sí tendrá que ver con nosotros y tendrá que expresar si esta reforma es mejor, o no, en esos Juegos Olímpicos. Esa delegación tiene que ser grande. En los Juegos Olímpicos de París, Colombia estará presente, no marginalmente, es decir, daremos un cambio. No entraremos por la puerta de atrás, entraremos como uno de los países con mayor capacidad, ojalá, para afrontar esos juegos competitivos que estuvieron desde el inicio de la democracia en el mundo y que hoy son símbolo de la paz mundial.
“Colombia necesita paz, por tanto, necesita deporte; por tanto, necesita de ustedes. Así que no solamente ustedes representan su propio esfuerzo personal y el de sus entrenadores y colectivos, sino que ustedes representan la patria, representan esta ansia de igualdad, representan estas ansias profundas y enormes de paz, que el deporte ayuda a construir.
“Así que bienvenidos a este Palacio, y buena suerte en esos Juegos Suramericanos. Que todos y todas ustedes ganen y que se llenen de banderas de Colombia en sus corazones”.
Gustavo Petro Urrego – Presidente de Colombia
Foto: Cortesía.
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